Identificación, biología y daños
Identificación
La mosca de la fruta es Ceratitis capitata (Wiedemann) (Diptera: Tephritidae). El huevo es de color blanquecino, con forma ovoidea, unas cinco veces más largo que ancho. La larva es ápoda y acéfala, de color blanquecino pero con tonalidades amarillentas y que puede llegar a presentar una coloración anaranjada, en función de su alimentación. El pupario, en cuyo interior se desarrolla la pupa del insecto, tiene forma elipsoidal y coloración marrón-ocre. El adulto tiene alrededor de 5 mm de longitud. La hembra es mayor que el macho. Presenta bandas de color amarillo, blanco y negro en el tórax y el abdomen. Tiene ojos grandes de color rojizo a granate, y las alas son transparentes, con manchas y bandas amarillentas características de la especie. El macho presenta, como carácter distintivo de dimorfismo sexual, un par de sedas postoculares espatuladas de color negro en la cabeza.
Síntomas y daños
Los daños ocasionados por C. capitata en el caqui afectan directamente al fruto. Las picaduras de las hembras para la puesta de los huevos causan un pequeño orificio en la superficie del fruto (casi imperceptible en el caqui) que desencadena en una reacción necrótica a su alrededor lo que hace que pierda completamente su valor comercial. Por otra parte, los agujeros de puesta realizados por las hembras sirven de entrada a microorganismos en el interior del fruto que junto a la descomposición de la pulpa provocada por la actividad alimenticia de la larva dan lugar a pudriciones que favorecen los procesos de oxidación y la maduración y caída prematura del fruto.
Biología
El desarrollo del huevo, larva y pupa cesa a temperaturas menores de 10°C. Las hembras sólo realizan la puesta a temperaturas superiores a los 16°C. En condiciones de temperatura favorables (24-26°C) la duración de la fase de huevo, larva y pupa dura 1,5-3, 6-10, y 6-13 días, respectivamente. Aproximadamente el 50% de los adultos mueren durante los dos primeros meses de vida. Algunos adultos pueden vivir incluso hasta los seis meses, o incluso más bajo condiciones favorables de alimento, agua y temperaturas bajas. La estrategia de vida de C. capitata incluye cambiar de especie hospedero a lo largo del año ya que la larva se desarrolla sólo en el interior de frutos maduros.